Desde
hace bastante tiempo me viene rondando eso por la cabeza o más bien “mortificando”………………
siempre he creído que cuando una persona abría un negocio , se suponía que era
un “profesional” del ramo, por lo
que cuando estabas es su establecimiento te dejabas guiar, aconsejar y
comprabas el material necesario para lo que quisieras realizar, y hablo desde
una ferretería, una farmacia, librería, etc., pero no, desde hace tiempo esto
no sucede…..pero sobre todo en las tiendas
de patchwork…
No
voy a generalizar, pero la verdad que estoy aburrida, o para ser más exactos, indignada, me llegan chicas a clase
con una cantidad de material innecesario, y sobre todo caríiiiiiisimo, claro
está que cada uno puede hacer con su dinero lo que le venga en gana, pero
cuando una persona, que no sabe nada de
nada de patchwork, va a una tienda especializada, y pide consejo, no me
parece “honrado” que se le comente
que sin ese material NO se puede hacer patchwork.
Pero
bueno, pero estoy que es? Que se lo digan a los Amish, donde hacen el patchwork
más tradicional..
Sé, que hay material que me puede facilitar el trabajo, ahorrar tiempo, y demás
cosas, pero NO es necesario para
trabajar.
La
gente que no me conoce y viene a mi taller por primera vez a hacer un curso,
normalmente comenta la diferencia, porque siempre utilizamos el material que
tenemos por casa, intentamos hacer un patchwork “anticrisis”, y es que la
realidad que estamos pasando no es para gastar en material innecesario, me da
pena que chicas a las que les encanta el patchwork, pero que no están pasando
un buen momento, vengan a clase con un dineral, en aguas “especiales patchwork”, pegamento “especial patchwork”, tijeras “especiales
para patchwork”, telas “especiales patchwork”, y un largo etc……
Quizás
me estoy metiendo dónde no me llaman, es posible, pero estoy segura que hay más
de una persona que piensa cómo yo, así que esta entrada en mi blog va dirigida
a todos/as aquellos/as que les gustaría
hacer patchwork pero que no se atreven por el alto precio del material necesario, desde aquí decirles que no es
verdad, que mi abuela hacía patchwork ( por supuesto, ella no tenía ni idea de
cómo se llamaba), y no existían tiendas especializadas, y se hacía con lo que
había en el costurero de casa.
Y
a las tiendas especializadas pedirles perdón de antemano por si algo les ha
molestado, pero también pedirles que dediquen un minuto de su tiempo a
reflexionar si lo que hacen (algunas, claro está, que desde un principio he
dicho que no voy a generalizar) es realmente “honrado”.